Cómo decorar (con gracia) el dormitorio de tus hijos
Luces de verbena, materiales de aire industrial o cabañas de interior: rompe esquemas y decora de otra manera el cuarto de los más pequeños.
Parece fácil decorar la habitación de los niños… Y lo es recurriendo a los estampados infantiles y textiles de colores como rosas o azules. En Houzz preferimos huir de lo obvio y te proponemos estas ideas simpáticas –y fáciles– para lograr un espacio funcional y lleno de personalidad que, además, sepa adaptarse a las distintas edades de tu hijo.
1. Pon una Plastic Chair. Funcionalidad y resistencia deberían ser las características obligadas de cada mueble que elijas para el dormitorio infantil. Si a eso le sumas la personalidad de un icono de la historia del diseño, el acierto está asegurado. Hablamos de la Plastic Chair, de los Eames, que se pueden encontrar en varios tonos. En discreto color blanco, encaja en una amplia habitación donde los juguetes, barcos y camiones están a mano pero en su sitio, convertidos en objetos decorativos.
Si prefieres colores más intensos, el rosa es perfecto para animar y transformar un rincón, a priori, más convencional. Un diseño atemporal y la elección perfecta para la mesa de escritorio. Su ergonomía garantiza comodidad para las horas de estudio.
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2. Apuesta por el look industrial. Las paredes con empapelado de lacitos y las sábanas de Batman son historia. El reto es decorar habitaciones infantiles para chicos o para chicas sin caer en los tópicos. En esta imagen vemos un cuarto atemporal para un niño de 12 años. Se apuesta por un estilo industrial con predominio de tonos piedra y madera, donde los deportes y juguetes emblemáticos tienen todo el protagonismo.
Descubre en este artículo el cuarto de Óscar
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3. Decora con jirafas. Pon una nota de humor e incorpora como invitada a una jirafa: su colorido y alargada figura –ojo, no hace falta que llegues hasta los casi 6 metros que miden las de verdad– despertarán la simpatía de todos. Un enorme peluche dará el toque escultórico y vertical en un espacio muy alargado, y con el papel pintado animarás la pared en la que debiera estar el cabecero. Refuerza la idea con una planta colgante y una alfombra colorista. De paso, aportarás singularidad al espacio con un elemento XXL, rompiendo escalas y dando ritmo visual. Todo ventajas… y sin poner un pie en África.
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4. Enciende una tira de luces para iluminar un rincón. Una chimenea es la mejor excusa para cambiar el estilo del dormitorio de manera sencilla, creando un foco de atención con pequeños detalles decorativos. Juguetes, marcos de fotos, libros y no puede faltar una tira de luces, que proporciona un aire festivo al ambiente. El aparador metálico y el suelo de madera rematan un espacio de aire industrial y discretamente infantil. La idea es tener un dormitorio que se vaya adaptando a cada etapa.
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La misma idea de tiras de luces la encontramos aplicada sobre un tocador en una habitación de niña recargada, eminentemente lúdica pero elegante y de aire escandinavo: pocos muebles y papel muy discreto en la pared.
5. Pon un perchero. Lo normal es que ropa y zapatos estén en el armario, pero ¿qué te parece si dejamos algunas prendas a la vista? Puedes colgar de simpáticos ganchos las preferidas o las de más uso, así estarán a su alcance visual. Además, en el caso de los niños más pequeños, les ayudará a desarrollar la capacidad de elección como parte del día a día. Para los mayores, será un buen lugar del que colgar fotos, dibujos y bufandas de colores.
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6. Un tipi para distribuir los espacios… y para hacer el indio. Es difícil poder destinar una habitación exclusivamente a cuarto de juegos, pero es muy sencillo montar un espacio lúdico en uno de los rincones del dormitorio. Un tipi, o tienda de campaña de estilo indio, es la solución que ayuda a zonificar las distintas áreas –dormir, estudio, juego y vestidor– y que proporciona, de paso, un lugar en el que refugiarse.
¿Y TÚ?
¿Cuál de estas ideas te gusta más para un cuarto infantil? ¿Tienes alguna más? Comparte tu opinión en la sección de comentarios
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