¿Qué significa... que un material es sostenible?
Con caña de azúcar se pueden crear revestimientos y el hierro es sostenible. Aprende más sobre materiales y prácticas sostenibles.
Un material es considerado sostenible cuando, en términos medioambientales, proviene de fuentes renovables, abundantes y de cercanía, consume poca energía y no es contaminante durante su ciclo de vida. Pero también si tiene algún porcentaje de material reciclado, es durable, reciclable y/o biodegradable. Económicamente, ha de obedecer a un modelo de desarrollo equitativo y su precio ha de ser accesible. Por último, socialmente, debe provenir de una producción justa, promover el valor cultural en su entorno y generar desarrollo comunitario. Veamos algunos ejemplos de prácticas y materiales sostenibles para entenderlo mejor.
Pero no sólo son sostenibles los materiales por su origen natural o su composición, también por la manera y el lugar en que se usan y desusan. El reto para el autor de esta construcción en Noruega, por ejemplo, consistió en crear un refugio de estructura orgánica de doble curvatura, con secciones que se pudieran producir, montar y desmontar usando métodos sencillos y económicos. Utilizó materiales de cercanía biodegradables, como el abeto y el abedul, y acabados superficiales naturales, como el aceite de linaza.
Arquitectura: Guía para entender qué es la bioconstrucción
Arquitectura: Guía para entender qué es la bioconstrucción
Se considera también sostenible un material, cuando, a pesar del uso continuado, su calidad y prestaciones perduran sin deterioro del diseño formal, ni de las cualidades técnicas de sus componentes. Serían, por ejemplo, objetos realizados con materiales y procesos de alta calidad y durabilidad, como el hierro. Lo interesante es que, no siendo materiales especialmente valiosos en sí mismos, el objeto sí hace las veces de tesoro que puede durar toda una vida e incluso pasar a otras generaciones.
Aplicar la tecnología a un uso adecuado de los recursos es, asimismo, otro camino sostenible al alcance de todos. Imagina, por ejemplo, esas luminarias para la noche que proyectan la luz acumulada durante las horas de sol. En la imagen, vemos otro ejemplo: unas lámparas de exterior que funcionan con una fuente de luz led, que es de la que consume menos energía, ahorrando también en instalaciones y conexiones.
Casas Houzz: Una vivienda sostenible y cien por cien tecnológica
Casas Houzz: Una vivienda sostenible y cien por cien tecnológica
Aparador
No vamos a descubrirte la pólvora afirmando que el reciclaje es una práctica sostenible. Es, de hecho, la práctica más sencilla y que nos es más tangible.
Un buen ejemplo de un adecuado uso de material reciclado sería este mueble, construido con madera de roble que en su primera vida fue barrica de moscatel, coñac y whisky, entre otros alcoholes. La impronta que ha dejado cada licor se aprecia en los colores que han penetrado en las fibras de la madera, no necesitando más acabado que la combinación de sus tablillas a modo de marquetería.
Diseño: 18 objetos que persiguen el ideal de un mundo más sostenible
Un buen ejemplo de un adecuado uso de material reciclado sería este mueble, construido con madera de roble que en su primera vida fue barrica de moscatel, coñac y whisky, entre otros alcoholes. La impronta que ha dejado cada licor se aprecia en los colores que han penetrado en las fibras de la madera, no necesitando más acabado que la combinación de sus tablillas a modo de marquetería.
Diseño: 18 objetos que persiguen el ideal de un mundo más sostenible
2. Materiales sostenibles
La mezcla de factores que hacen que un producto sea considerado sostenible se manifiesta en toda su dimensión cuando el sistema artesanal de elaboración, no masivo ni invasivo, se complementa con el equilibrio económico y socio-cultural de sus autores o productores.
Lana y seda. Los principios básicos de la sostenibilidad pueden aplicarse a aquellos productos textiles en los que el origen y explotación de las materias primas utilizadas sean cien por cien naturales y renovables. Por ejemplo, cuando la lana o la seda provienen de una producción respetuosa con el medio ambiente y las personas implicadas en el proceso de extracción y producción disfrutan de adecuadas condiciones de salud, seguridad y retribución económica. Su proceso de producción puede ser de bajo impacto ambiental al producirse en pequeñas series. Como producto, al final de su ciclo de vida y larga utilización será un material reciclable y, por ultimo, biodegradable.
La mezcla de factores que hacen que un producto sea considerado sostenible se manifiesta en toda su dimensión cuando el sistema artesanal de elaboración, no masivo ni invasivo, se complementa con el equilibrio económico y socio-cultural de sus autores o productores.
Lana y seda. Los principios básicos de la sostenibilidad pueden aplicarse a aquellos productos textiles en los que el origen y explotación de las materias primas utilizadas sean cien por cien naturales y renovables. Por ejemplo, cuando la lana o la seda provienen de una producción respetuosa con el medio ambiente y las personas implicadas en el proceso de extracción y producción disfrutan de adecuadas condiciones de salud, seguridad y retribución económica. Su proceso de producción puede ser de bajo impacto ambiental al producirse en pequeñas series. Como producto, al final de su ciclo de vida y larga utilización será un material reciclable y, por ultimo, biodegradable.
El bambú. Conocido popularmente como el acero vegetal, es una alternativa a la madera en todas sus versiones. Se trata de un material sostenible desde su cultivo: conserva los niveles hídricos de la tierra, evita la erosión y tiene un crecimiento tres veces más rápido que un árbol maderable normal.
Si revisamos las construcciones tradicionales, especialmente de America Latina y Asia, encontraremos técnicas sencillas de fabricación local, pero también diseños sofisticados en retos que van desde la conducción de agua y construcción de puentes colgantes a las estructuras arquitectónicas de cimentación, techos o cerramientos.
Si revisamos las construcciones tradicionales, especialmente de America Latina y Asia, encontraremos técnicas sencillas de fabricación local, pero también diseños sofisticados en retos que van desde la conducción de agua y construcción de puentes colgantes a las estructuras arquitectónicas de cimentación, techos o cerramientos.
Dadas las ventajas del bambú, no sólo se utiliza como material estructural; también sirve para elaborar bioplásticos y fibras textiles con altas cualidades estructurales y antibacterianas.
Suelos de bambú: Una elección ecológica, práctica y decorativa
Suelos de bambú: Una elección ecológica, práctica y decorativa
Fibras vegetales. El mimbre, el esparto, el cañamo, la abacá… son materiales sostenibles. Pero atención: lo son siempre que no se les haya aplicado barniz sintético o pegamentos ajenos a la naturaleza del material.
Cesta con asas confeccionada a mano, realizada a base de algas marinas.
Las algas. Es un material sostenible desde el inicio de su ciclo de vida en cultivo hasta el fin. Cuando llega el desuso del producto, el material se biodegrada sin dejar huella ni residuo.
El corcho. Si nos remontamos a su cultivo, el alcornocal es un ecosistema cerrado donde habitan y se protegen diferentes especies vegetales y animales, capaz de detener la erosión, recargar los acuíferos, generar oxigeno y reducir las emisiones de CO2. Un adecuado control y tratamiento del arcornocal, garantiza una fuente de recursos renovables permanente.
La especial estructura natural del corcho, lo convierte en un excelente amortiguador que resiste al impacto sin perder la forma, es aislante térmico y acústico, además de un material liviano. Por todas estas condiciones el corcho ofrece unas altas prestaciones en arquitectura bioclimática.
Los residuos de agricultura. Espigas, cáscaras o semillas se usan para la creación de nuevos materiales sustitutos de maderas, plásticos o papeles. Es el caso de estos paneles hechos a partir del bagazo de caña de azúcar, con el que se crean estos revestimientos con texturas en 3D. La tendencia actual de las empresas manufactureras es a rentabilizar sobrantes, creando con ellos nuevos materiales o aplicaciones que reduzcan la explotación de otras materias primas.
¿Y TÚ?
¿Has empleado en la construcción o decoración de tu hogar materiales sostenibles? Cuéntanos cómo y dónde en la sección de comentarios
¿Y TÚ?
¿Has empleado en la construcción o decoración de tu hogar materiales sostenibles? Cuéntanos cómo y dónde en la sección de comentarios
Comencemos por algo fácil. Una pérgola o muro vegetal están construidos con un material sostenible, aprovechado las cualidades de flexión de las ramas para darle forma. El crecimiento natural del follaje se encarga de hacer el cerramiento y crear sombra, al tiempo que deja pasar la luz y el aire. Durante su ciclo de vida se alimenta de CO2 y energía solar y lo devuelve en oxígeno. Además, es reparable y al final sus residuos se biodegradan cerrando el ciclo de manera completamente sostenible.