Decoración
Descubre las mil caras (y usos) de la tradicional mesa de pícnic
Desde el entorno más rústico al más minimalista, la mesa de pícnic es una pieza muy funcional, pero también con mucho potencial decorativo.
La clásica mesa de pícnic se ve hoy reivindicada no solo en el exterior, su hábitat natural, sino también en cocinas y comedores (y no necesariamente de estilo rústico). Desde la versión más básica de tablones de pino sin tratar, hasta la más sofisticada en variedades de madera noble, sin olvidar las posibilidades de personalización, te damos ideas para sacarle el máximo partido.
Vota aquí: ¿Pondrías una mesa de pícnic en tu casa?
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Funcionales. Su aparente simplicidad formal oculta no solo una gran capacidad en un espacio contenido –ya que los bancos corridos permiten albergar más comensales en menos espacio que las sillas convencionales–, sino también el encanto propio de las formas esenciales. Quizá por eso, estos muebles han acabado por hacerse un hueco en otros espacios de la casa, empezando por la cocina, que se reivindica como un lugar de reunión y en el que no siempre sobran los metros. Las versiones de pino, con sus abundantes nudos, son perfectas para entornos de aire rústico, aunque también para los más depurados ambientes nórdicos, en función de con qué se combinen.
In & out. En un momento en el que las tendencias apuestan por la integración de la vivienda con su entorno, la utilización de una mesa de pícnic en el interior de la misma tiene un papel estratégico, ya que aporta una dosis de frescor y originalidad al conjunto.
Elige maderas más claras y formas rectas para espacios minimalistas; más cálidas y redondeadas para composiciones rústicas. Y, en cualquier caso, preferiblemente, con perfiles aligerados para que no saturen el espacio.
Cocinas abiertas al exterior: Sácale el máximo partido al entorno
Elige maderas más claras y formas rectas para espacios minimalistas; más cálidas y redondeadas para composiciones rústicas. Y, en cualquier caso, preferiblemente, con perfiles aligerados para que no saturen el espacio.
Cocinas abiertas al exterior: Sácale el máximo partido al entorno
Ligeras. Si bien los diseños íntegramente realizados con tablones de madera maciza son los que mejor encarnan el espíritu de la mesa de pícnic tradicional, no es menos cierto que sus contundentes formas y el hecho de que suelan integrar los asientos de forma fija los hacen algo aparatosos en interiores. En estos casos, conviene estudiar la opción de un modelo más ligero aunque igualmente práctico, como los realizados con estructura metálica y sobres de madera. Los hay igualmente con bancos fijos soldados a la mesa aunque, para aprovechar aún más el espacio, es mejor elegir una pieza con asientos independientes –o abatibles–, que puedan ocultarse debajo cuando no se necesiten.
Con sobre de hormigón. Son muchas las variaciones que se han hecho últimamente de las mesas de pícnic, que se enriquecen con todo tipo de materiales y acabados. Un buen ejemplo es esta propuesta con el sobre de la mesa realizado en hormigón, que actualiza su estética, aunque quizás lo más destacable es el centro vegetal incorporado, que la hace perfecta tanto para integrarse en exteriores como para llevar una porción de naturaleza al comedor de casa.
Personalizadas. Sus formas icónicas las definen pero no por ello deben estar condenadas a ser una de tantas. Personaliza e sobre de madera natural (a menudo sin tratar) con una mano de pintura en un color vibrante y tendrás un ambiente informal. Decántate por una delicada pátina para integrar la pieza en una decoración provenzal. También puedes aplicar estarcidos con plantillas como el de la mesa de la imagen, un acabado de pizarra para escribir los nombres de los platos o la posición de los comensales…
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Sencillas. Las reconocibles líneas de las mesas de pícnic tradicionales inspiran la de esta zona de office que parece fundirse con el exterior a través del gran ventanal que se abre al jardín. La sólida madera maciza crea un atractivo contraste con los bancos lacados en blanco que la rodean y que, en este caso, sustituyen el simple tablón habitual por prácticos asientos con capacidad de almacenaje en su interior.
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Sobrias. ¿Una mesa de pícnic en una elegante terraza minimalista? ¿Por qué no? La esencia es la misma aunque aquí son los detalles los que marcan la diferencia: tubo de acero matizado en lugar de madera o hierro, líneas rectas y puras, perfiles estilizados y una paleta monocromática que integra todo el conjunto. Las colchonetas realizadas a medida, igualmente sobrias, aportan un extra de confort a los asientos y permiten renovar la estética de este espacio en función de la estación, por ejemplo.
¿Y TÚ?
¿Dónde pondrías una mesa de pícnic? ¿Te gusta clásica o rompedora? Cuéntanoslo en los comentarios.
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