Planta ahora narcisos y tulipanes para disfrutarlos en primavera
Si quieres disfrutar de los colores del jacinto, el tulipán y el narciso en el jardín esta primavera, ahora es el momento de plantarlos.
No pierdas la oportunidad de disfrutar de unas de las flores más vistosas y fáciles de mantener. Acude a tu floristería en estos días para adquirir los bulbos de variedades como narcisos, jacintos y tulipanes. En este artículo te contamos cómo plantarlos y con qué otras plantas y flores debes colocarlas; también cómo cuidarlos para que estén espléndidos el mayor tiempo posible.
Flores nuevas año tras año. Una de las principales características de las plantas bulbosas es que su parte subterránea es un órgano en forma de cebolla, llamado bulbo, en el que acumulan sus reservas nutritivas. Una vez han florecido durante la temporada, entran en una especie de parada vegetativa en la que guardan esos nutrientes que utilizarán en la siguiente brotación. Es conveniente, por tanto, que aproveches este descanso para desenterrar los bulbos y almacenarlos hasta el momento en que toque plantarlos de nuevo. Para hacerlo bien, extráelos cuando la tierra no tenga humedad, ponlos a secar en un lugar fresco, oscuro y ventilado un par de semanas y, pasado ese tiempo, corta toda la parte aérea marchita y las raíces largas. Lo ideal es almacenarlos en una caja de madera con serrín, aunque también lo puedes hacer en sacos de arpillera.
A la hora de plantar los bulbos, puedes hacerlo de dos formas distintas, lo que producirá diferentes resultados en el aspecto final de la composición. Una forma de hacer la plantación es individual, bulbo a bulbo. El resultado es más formal, más intencionado, pero igualmente bello.
Aquí la ayuda de una herramienta como el plantador de bulbos te vendrá de maravilla, porque no es lo mismo plantar directamente en el terreno de asiento con el plantador, que tener que excavar uno a uno todos los hoyos con una pala e ir insertando en ellos los bulbos.
Antes de ponerte manos a la obra, hay un requisito que es fundamental: trabajar el suelo para que esté perfectamente descompactado y abonado. Luego bastará con que coloques el bulbo en el interior del plantador, lo introduzcas en el terreno apretándolo contra la tierra, dejes caer el bulbo soltando la palanca de sujeción… ¡y listo!
Aquí la ayuda de una herramienta como el plantador de bulbos te vendrá de maravilla, porque no es lo mismo plantar directamente en el terreno de asiento con el plantador, que tener que excavar uno a uno todos los hoyos con una pala e ir insertando en ellos los bulbos.
Antes de ponerte manos a la obra, hay un requisito que es fundamental: trabajar el suelo para que esté perfectamente descompactado y abonado. Luego bastará con que coloques el bulbo en el interior del plantador, lo introduzcas en el terreno apretándolo contra la tierra, dejes caer el bulbo soltando la palanca de sujeción… ¡y listo!
Pero la forma de plantar más fácil y que proporciona una apariencia más natural es acomodarlos en el terreno en grupos. Para ello, debes abrir un agujero de una profundidad equivalente a dos veces el diámetro del bulbo. Coloca todas las cebollas con la parte que germina hacia arriba y tápalas con la tierra extraída, compactándola bien y humedeciéndola. Si evitas formar círculos perfectos con los bulbos, el efecto será más dinámico y espontáneo, como se aprecia en las manchas irregulares de tulipanes y narcisos de esta fotografía.
Prácticamente todos los tulipanes híbridos alcanzan una altura que sobrepasa el medio metro, y eso, en zonas expuestas a fuertes vientos puede ser un inconveniente. Con tal desarrollo, es normal que los tallos sufran ante los embates continuos de las ráfagas de viento y presenten deformaciones, se doblen o, en el peor de los casos, lleguen a partirse. Unos tutores te ayudarán a evitarlo, pero lo mejor sin duda en estos casos es prevenir: plántalos a los pies de un seto verde o bien cércalos con una bordura de boj (Buxus sempervirens) o pitosporo (Pittosporum tobira). También otra táctica es hacer como en este jardín: ubicarlos junto al cercado perimetral de madera, ya que eso reducirá la velocidad del viento e impedirá la formación de remolinos. Con ello, el impacto sobre las flores será mucho menor.
Vallas y cercados: Cómo delimitar tu parcela con creatividad
Vallas y cercados: Cómo delimitar tu parcela con creatividad
Muchas variedades de bulbosas aguantan bien la sombra. Si en tu jardín tienes árboles o arbustos de hoja caduca, no dudes en acomodar bulbos a sus pies, de una sola especie o combinada con otras bulbosas.
Fíjate, como ejemplo, el fantástico cuadro que componen aquí los tulipanes de corola morada (Tulipa darwin) alfombrando la base del arce japonés (Acer palmatum). Un marco de plantación (distancia entre dos bulbos) de 10 cm es suficiente para lograr un aspecto tan tupido y bello como el de esta fotografía.
Plantas y flores de sombra para diseñar un jardín espectacular
Fíjate, como ejemplo, el fantástico cuadro que componen aquí los tulipanes de corola morada (Tulipa darwin) alfombrando la base del arce japonés (Acer palmatum). Un marco de plantación (distancia entre dos bulbos) de 10 cm es suficiente para lograr un aspecto tan tupido y bello como el de esta fotografía.
Plantas y flores de sombra para diseñar un jardín espectacular
Observa lo equilibrado que luce el rosa de los tulipanes dobles con el azul intenso de los muscari de Armenia (Muscari armeniacum). A esta última se la considera una de las especies bulbosas más rústicas y fáciles de plantar, pues solo requiere un suelo con buen drenaje y preparado con abono orgánico. Después no tendrás que regar mucho ni fertilizar para que muestre este color tan bonito. En algunas zonas mediterráneas, en condiciones naturales puede llegar a ser muy invasora y hasta se la considera una mala hierba. Y es que le da lo mismo estar a pleno sol que a la sombra ligera de un arbusto, aunque su sitio ideal es un jardín de rocas.
El riego, con mesura. Justo después de la plantación, es importante regar bien el suelo para evitar que se formen burbujas de aire entre el bulbo y la tierra que lo recubre. Posteriormente, sin embargo, debes ser extremadamente cuidadoso con los aportes de agua, buscando el punto exacto que los mantenga hidratados y firmes pero sin llegar nunca a encharcarlos, ya que inevitablemente se echarían a perder. En caso de duda, siempre es mejor quedarse corto con el agua que pasarse.
Especial cuidado hay que tener con los riegos aéreos. Si se han sembrado bulbos en medio de una pradera de césped y el riego se hace con aspersores, es importante que su radio de acción alcance solo a la hierba, no a las flores. Siempre que riegues bulbosas, sigue esta regla de oro: humedece la tierra, no las plantas.
Especial cuidado hay que tener con los riegos aéreos. Si se han sembrado bulbos en medio de una pradera de césped y el riego se hace con aspersores, es importante que su radio de acción alcance solo a la hierba, no a las flores. Siempre que riegues bulbosas, sigue esta regla de oro: humedece la tierra, no las plantas.
Observa qué vistoso resulta este macetón de terracota de aspecto envejecido en el que narcisos y jacintos conviven armoniosamente con prímulas y pensamientos. Al contar con raíces poco importantes, las bulbosas no tienen problemas para compartir sitio con otras plantas. Eso sí, conviene tener en cuenta los diferentes crecimientos para mantener una estética adecuada en la composición.
En este caso, los narcisos trompeta (Narcissus trompeta hybridus) ocupan la posición trasera; los jacintos blancos y malva (Hyacinthus sps.) más los narcisos tazzeta (Narcissus tazzeta) están en el centro; por último, las prímulas (Primula sps.) y pensamientos (Viola tricolor) se han ubicado delante. De esta forma, se ha respetado a la perfección la norma de las alturas escalonadas que requiere una plantación de este tipo.
Recuerda que a las bulbosas en recipiente no les conviene el sustrato humedecido en exceso. Por este motivo, lo que debes hacer es, en primer lugar, proporcionarles una tierra especial para bulbosas, que puedes encontrar en cualquier floristería. Después, asegurarles un correcto drenaje del agua de los riegos cubriendo el fondo de la maceta con unos 3 cm de cascotes o trozos de terracota y, a continuación, una capa de turba previa al sustrato. Por último, entierra los bulbos a una profundidad de dos veces su tamaño y colócalos en un rincón soleado y protegido del viento y la lluvia.
Además, no dejes de regarlas (sin encharcar) y nutrirlas con abono rico en potasa y bajo en nitrógeno durante la fase de vegetación activa, es decir, mientras estén brotando y floreciendo. Después de eso, reduce los aportes hasta que las hojas caigan exhaustas.
En este caso, los narcisos trompeta (Narcissus trompeta hybridus) ocupan la posición trasera; los jacintos blancos y malva (Hyacinthus sps.) más los narcisos tazzeta (Narcissus tazzeta) están en el centro; por último, las prímulas (Primula sps.) y pensamientos (Viola tricolor) se han ubicado delante. De esta forma, se ha respetado a la perfección la norma de las alturas escalonadas que requiere una plantación de este tipo.
Recuerda que a las bulbosas en recipiente no les conviene el sustrato humedecido en exceso. Por este motivo, lo que debes hacer es, en primer lugar, proporcionarles una tierra especial para bulbosas, que puedes encontrar en cualquier floristería. Después, asegurarles un correcto drenaje del agua de los riegos cubriendo el fondo de la maceta con unos 3 cm de cascotes o trozos de terracota y, a continuación, una capa de turba previa al sustrato. Por último, entierra los bulbos a una profundidad de dos veces su tamaño y colócalos en un rincón soleado y protegido del viento y la lluvia.
Además, no dejes de regarlas (sin encharcar) y nutrirlas con abono rico en potasa y bajo en nitrógeno durante la fase de vegetación activa, es decir, mientras estén brotando y floreciendo. Después de eso, reduce los aportes hasta que las hojas caigan exhaustas.
Pocas bulbosas son tan adecuadas para forzar su floración como el jacinto (Hyacinthus orientalis). ¿Y qué significa forzar la floración y para qué sirve hacerlo? Se trata de que plantes cuantos bulbos desees en macetas y luego los lleves a un lugar oscuro y frío, por ejemplo un sótano o garaje, donde deberán permanecer unos cuantos días. Si el crecimiento de raíces y ápices se inicia en estas condiciones, tardarán muy poco tiempo en florecer desde el momento en que los traslades a un sitio más cálido y con buena luz, como el salón de tu casa.
El membrillero: Un árbol protagonista en el jardín y en la mesa
El membrillero: Un árbol protagonista en el jardín y en la mesa
Por último, hay dos razones por las que es conveniente poner un buen acolchado de corteza o acículas de pino a los pies de las matas de bulbosas (Narcissus en este caso). Por un lado, con esta protección consigues que el suelo mantenga más tiempo la humedad de los riegos y que no baje demasiado su temperatura cuando el frío invernal arrecia. Por otro, esta especie de alfombra natural lo que hace es impedir que pueda prosperar ninguna mala hierba que compita con las flores por el agua y los nutrientes del suelo. Así, las semillas de maleza no podrán abrirse camino, sin luz y sin oxígeno, por lo que desistirán en su empeño de colonizar el terreno. Antes de colocar el acolchado de tu elección, acuérdate de mullir la superficie ligeramente con el fin de no turbar a los bulbos ya instalados.
CUÉNTANOS…
¿Cuál de estas recomendaciones te ha parecido más interesante? Comparte tu opinión y tus consejos en la sección de comentarios.
CUÉNTANOS…
¿Cuál de estas recomendaciones te ha parecido más interesante? Comparte tu opinión y tus consejos en la sección de comentarios.