Altillos: Aprovecha la altura para conseguir más metros útiles

Ganarás superficie extra y liberarás el área inferior. Esto debes tener en cuenta antes de lanzarte a hacer un altillo.

Liliana Millán - Arquitecta 8 de noviembre de 2015

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Si piensas en metros cúbicos en lugar de en cuadrados, aprovecharás mejor el espacio total de tu casa. Pero para ello, se hace necesario mirarlo con otros ojos y analizar las características de todo su volumen para ver si es posible construir un altillo, sacar una entreplanta o darle utilidad a una bajocubierta. De esta forma, conseguirás superficie extra para ubicar una cama, un rincón de trabajo o ese espacio de almacenamiento que tanto necesitas. A continuación encontrarás una guía que te ayudará a la hora de decidir qué opción te conviene más.

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Lo más importante a la hora de construir un altillo es determinar si contamos con la altura suficiente, ajustándose en todo caso a lo que el espacio permite. Si, por ejemplo, queremos circular cómodamente por la planta base y estar de pie en la entreplanta, la altura total del espacio tendrá que ser como mínimo de unos 4,5 m. Aunque hay casos, como las buhardillas, en los que se puede jugar con las distintas alturas que ofrece una cubierta inclinada. La zona de cumbrera resulta la más alta, y es ahí donde convendrá siempre ubicar las zonas de paso o la llegada de la escalera.

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Beriot, Bernardini arquitectos

Para seguir ahondando en otras soluciones posibles, es necesario trabajar la idea en conjunto. Manda la altura, pero también la distribución de todo el espacio. Apurando los centímetros se podría, por ejemplo, ubicar un altillo sobre el núcleo húmedo, formado por la cocina y el baño, ya que estos espacios, al igual que un vestidor o la zona de entrada a la vivienda, pueden funcionar con una altura de paso de 2 m. Esta ubicación, además, ayuda a compactar y ordenar la distribución de toda la planta, situando en una zona de mayor altura, y preferiblemente junto a las ventanas, la zona de estar.

Fotos de escaleras para altillos

Beriot, Bernardini arquitectos

Pero como cada caso da lugar a una solución diferente, si el espacio es alto, pero no lo suficiente para crear una entreplanta en toda regla, fíjate en esta idea del estudio Beriot y Bernardini, concebida a partir de un sistema de alturas partidas. Según las necesidades de cada área, la altura de uso va de los 2 m que permiten circular con comodidad, al 1,5 m reservado para zonas de descanso o almacenamiento.

Así, la cocina, baño y acceso a la vivienda, cuentan con una altura de 2 m, mientras que el rincón superior donde se ubica la cama se ha resuelto con 1,5 m de altura. Desde aquí, en un plano inferior se ha ubicado el área de acceso al dormitorio, en la que se recupera la altura de paso de 2 m consiguiendo espacio para un armario. De esta forma, también se acorta el desarrollo de la escalera, cuyo hueco inferior se ha aprovechado como almacenamiento.

pura arquitectura

Para buscar la mejor ubicación para el altillo hay que pensar también en el tipo de estructura con la que se construirá. Por ejemplo, si cuentas con la viguería de un desván que has recuperado, crea un nuevo suelo con tarima maciza de madera, que, sin sobrecargar en exceso la estructura original, te dará soporte y suelo terminado para ubicar tu altillo.

Por otro lado, si se realiza un cierre con un sistema de capas, podrás también incorporar aislamiento termoacústico, que resulta muy aconsejable para suavizar el ruido de las pisadas. Antes de cerrar el nuevo forjado, verifica su estado de conservación, especialmente en la cara oculta de las vigas y en los huecos de empotramiento. Si fuera necesario, puedes realizar refuerzos estructurales con perfiles de acero. En todo caso, siempre es conveniente que este tipo de obras las supervise un profesional.

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Aquí tenemos un ejemplo de lo que se puede hacer cuando la altura es generosa. Al demoler el cielorraso de este dormitorio infantil, se aprovechó parte de la bajocubierta para crear una zona de juegos, a la que se accede por una escala de cuerda, y que incluso sirve en un momento dado para alojar invitados.

Lara Pujol | Interiorisme & Projectes de Disseny

Se puede ser un poco más permisivos con la altura, si debajo del altillo ubicamos una zona de asientos o un lugar de trabajo, que son actividades que se realizan estando sentados. Ten en cuenta que, para determinar la altura total necesaria, hay que sumar a la de la planta baja, la de la estructura de sujeción, además del suelo que vaya a revestirlo. Lo importante, en cualquier caso, es tener muy claro cuáles son las prioridades y necesidades de uso para poder tomar las decisiones adecuadas.

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Beriot, Bernardini arquitectos

Para ganar altura en este loft ubicado en la planta baja, se bajó el nivel unos 40 cm en la zona correspondiente a la entreplanta.

Otra forma de construir un altillo es apoyándolo sobre la tabiquería que da forma al área inferior. En estos casos es útil que el altillo se desarrolle de pared a pared ocupando todo el ancho de la estancia. Se puede hacer mediante una estructura de acero o madera y tablas de madera maciza o tableros derivados de la madera, como el DM o el OSB, a modo de cerramiento.

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Otro factor determinante en el diseño de un altillo es la escalera, ya que no solo hay que valorar su comodidad de uso sino también su impacto dentro del ambiente. Si se trata de una escalera con inclinación, es mejor adosarla a una pared para que no obstaculice la circulación. Se puede diseñar para que arranque en una plataforma que también pueda emplearse como mueble. Su inclinación y la altura de sus peldaños determinarán su confort, dependiendo de la superficie disponible. Si pones una barandilla, ganarás en seguridad. Otra opción es colocar un pasamanos en la pared.

CAVAA

Trata de diseñar la escalera para que sirva también como espacio de almacenamiento. Se puede proyectar, por ejemplo, como un mueble. En este piso reformado por Cavaa Arquitectos, la escalera es también una estantería con ruedas, lo que aún da más variedad de uso y versatilidad al mueble.

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En este piso diseñado por el Estudio Miel Arquitectos, la escalera que sube al altillo se construyó con tableros de fibra de densidad media, que permiten un empleo muy calculado del espacio, en este caso aprovechado por una cara como librería y por la otra por un vestidor.

Elena Almagro

El caso más extremo es el de una escalera tipo marinera. Para que resulte más cómoda y segura, se ha de fijar en la pared.

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Si se puede, conviene abrir una ventana para que el espacio ventile y reciba luz natural de forma directa. En caso de que la estancia se encuentre justo bajo la cubierta, no lo dudes, e instala una ventana de techo. Si planeas su ubicación teniendo en cuenta la distribución entera de la vivienda, ganarás luz natural también en la planta baja así como un eficaz sistema para ventilar y enfriar el ambiente en verano.

¿Y TÚ?
¿Has construido un altillo en casa? Cuéntanos cómo es y sube fotos en la sección de comentarios para que podamos verlo.