Tendencias: Suelo de damero, un clásico que vuelve a pedir paso
El pavimento formado por baldosas blancas y negras revive con fuerza en la decoración de interiores.
Sin duda, se trata de un patrón que tiene mucha historia. Lo encontramos, por ejemplo, en el palacio de Versalles, tanto en las habitaciones interiores del Petit Trianón como en los exteriores de las galerías del Gran Trianón. Estos suelos de formas geométricas a modo de tablero de ajedrez, así como los mosaicos hidráulicos y sus diversos juegos ópticos, vuelven a estar en la palestra. Para explicarnos todas sus posibilidades hemos consultado a dos especialistas del sector: el estudio de diseño de cocinas Deulonder y la empresa de baldosas hidráulicas Zelart.
De cuadrados o rombos. Las primeras decoradoras americanas de principios y mediados del siglo XX adoptaron las tradiciones europeas para sus interiores –a falta de referencias históricas en su país–, entre ellas el suelo de damero. Dorothy Draper, Elsie de Wolfe, Ruby Ross Wood o Frances Elkins lo usaron con frecuencia y, de hecho, lo convirtieron en una de sus señas de identidad.
Este suelo se puede colocar en cualquier estancia de la casa, pero es en cocinas y baños donde se convierte en la mejor opción. Si te vas a enfrentar a la reforma de tu cocina o de un aseo y necesitas una superficie estéticamente atemporal y que resista bien el paso del tiempo, valora detenidamente esta opción.
¿Vas a reformar la cocina? Cómo escoger el suelo perfecto
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“El clásico damero en blanco y negro acepta cualquier tipo de decoración, al contrario que otros modelos florales o geométricos que te fuerzan hacia un tipo de escenografía especifica”, opinan desde Zelart. Además, explican que una forma de darle personalidad a los dameros es mezclando tres colores. “De esa manera se le da más importancia a uno de los tonos que queramos resaltar, mientras los otros dos deben llevar la misma proporción. La disposición sería la siguiente: 50% del color predominante y 25% de los otros dos colores, respectivamente”, concretan.
“Lo mejor de todo es que se trata de un suelo de fácil mantenimiento y su gran ventaja es que combina muy bien con todo tipo de colores y mobiliario de cocina”, según Deulonder.
En todo caso, es un acabado que acapara mucho protagonismo “y tiene que estar en consonancia con toda la casa. Puede combinar con una buena tarima de madera noble, para el resto de la vivienda”, continúan.
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En todo caso, es un acabado que acapara mucho protagonismo “y tiene que estar en consonancia con toda la casa. Puede combinar con una buena tarima de madera noble, para el resto de la vivienda”, continúan.
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“Se trata de un tipo de suelo demandado. Sí hemos notado que hay una tendencia de cambio en el tipo de colores. Del clásico blanco-negro o blanco-gris se está pasando a colores pasteles, como el verde agua o el azul cielo, sobre todo para baños –afirman en Zelart–, pero en las cocinas sigue predominado el blanco y negro”.
Además, aseguran que es un tipo de diseño preferido en estancias grandes, ya sean pisos o locales comerciales. Desde Zelart no lo recomiendan para espacios pequeños y poco iluminados porque hace que los ambientes parezcan más pequeños.
Además, aseguran que es un tipo de diseño preferido en estancias grandes, ya sean pisos o locales comerciales. Desde Zelart no lo recomiendan para espacios pequeños y poco iluminados porque hace que los ambientes parezcan más pequeños.
A la hora de elegir el tamaño de los dameros conviene tener en cuenta que cuanto más grandes sean los cuadrados, mayor es la sensación de lujo. Por el contrario, si el formato del damero es pequeño resulta más apropiado para ambientes rústicos o desenfadados.
Finalmente, el clásico damero es el blanco y negro, pero si no se desea tanta rotundidad visual, puedes sustituir el negro por un gris, como si el negro se hubiera desgastado o, incluso, “sustituirlo por algún tono pastel para obtener ambientes más suaves y cálidos”, proponen desde Zelart.
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¿Y TÚ?
¿Qué opinas? ¿Te animas con este suelo para tu casa?
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