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Casas Houzz: La vivienda soñada donde disfrutar de la vida
El autor de este proyecto es también su propietario. Un trabajo muy personal que equilibra arquitectura e interiorismo.
Roser Vendrell
11 de junio de 2015
Colaboradora de Houzz. Periodista especializada en decoración, interiorismo, arquitectura y diseño. "Quiero estar en el lado de la belleza".
Colaboradora de Houzz. Periodista especializada en decoración, interiorismo, arquitectura... Más
El arquitecto Octavio Mestre decidió diseñar su casa soñada en Tamariu, una preciosa localidad de la Costa Brava. Dar forma a su vivienda ideal, adaptándola a un terreno abrupto, fue un laborioso trabajo cuyo objetivo era encontrar la armonía entre arquitectura e interiorismo. Visto el resultado, se puede decir que cumplió con creces sus propias metas. Ahora, disfruta de esta maravillosa segunda residencia vacacional junto a su familia
De un vistazo
Quién vive aquí: Una familia de 4 miembros, durante sus vacaciones de verano
Localización: Tamariu
Superficie: 380 metros cuadrados
Fotos: Lluis Sans y Jordi Miralles.
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Quién vive aquí: Una familia de 4 miembros, durante sus vacaciones de verano
Localización: Tamariu
Superficie: 380 metros cuadrados
Fotos: Lluis Sans y Jordi Miralles.
Su envidiable emplazamiento, en la población de Tamariu, se une a su maravillosa arquitectura y confortable interiorismo. “La casa es apenas un paralelepípedo, un contenedor –el “cubo que funcione” por el que abogara Le Corbusier– con los dormitorios enterrados bajo el gran volumen que hace las veces de sala comedor y cocina, y que será la única parte visible de la vivienda”, cuenta el propio autor del proyecto y propietario, Octavio Mestre.
Al ser una residencia vacacional, aquí no vive nadie de forma permanente. “A veces pienso que sus verdaderos habitantes son los gatos que se enseñorean del lugar y se sorprenden cuando nos ven llegar…”, cuenta el arquitecto.
Al ser una residencia vacacional, aquí no vive nadie de forma permanente. “A veces pienso que sus verdaderos habitantes son los gatos que se enseñorean del lugar y se sorprenden cuando nos ven llegar…”, cuenta el arquitecto.
A nivel formal, la edificación es un cubo que flota. Las partes bajas de la vivienda se han forrado en acero corten oxidado. Las terrazas de ese nivel también se han solado con cuarcita también oxidada, para enmascararlas en el terreno. De esta manera, la casa se percibe como ese único volumen blanco que se asoma al paisaje entre los pinos. Además, gracias a dicho recurso, la construcción parece mucho más pequeña de lo que realmente es.
A nivel de calle se encuentra el garaje, previsto para dos coches, ligeramente enterrado y situado en el centro de la parcela. Una zona acristalada, con un jardín de bambú, define el acceso a la casa. Dicha entrada se produce mediante una escalera de peldaños de hormigón anclada al muro medianero que linda con la parcela de la derecha.
Desde allí, y cruzando un pequeño lago, se sube a la terraza superior. Al otro lado del garaje, se sitúa el depósito de compensación de la piscina desbordante.
Desde allí, y cruzando un pequeño lago, se sube a la terraza superior. Al otro lado del garaje, se sitúa el depósito de compensación de la piscina desbordante.
“Somos una familia de 4 miembros a cuyas necesidades y sueños intenta dar
repuesta la casa. Sólo que las necesidades cambian y la casa no. En ese sentido,
disponer de espacios flexibles (es decir, de espacios generosos) es fundamental. El verdadero lujo es el espacio. Esos espacios se ocupan de
distintas maneras a lo largo del año, de la misma forma que la casa se vive de puertas hacia afuera en verano y, no tanto, en invierno”, cuenta el arquitecto.
La casa tiene un alto nivel de domotización, de control lumínico y de motores (suministrado por Lafarga y Sandoval) que pretende hacer la vida lo más cómoda posible, previendo escenas, según los diversos momentos del día. Ca2L ha suministrado todo el material de la iluminación.
repuesta la casa. Sólo que las necesidades cambian y la casa no. En ese sentido,
disponer de espacios flexibles (es decir, de espacios generosos) es fundamental. El verdadero lujo es el espacio. Esos espacios se ocupan de
distintas maneras a lo largo del año, de la misma forma que la casa se vive de puertas hacia afuera en verano y, no tanto, en invierno”, cuenta el arquitecto.
La casa tiene un alto nivel de domotización, de control lumínico y de motores (suministrado por Lafarga y Sandoval) que pretende hacer la vida lo más cómoda posible, previendo escenas, según los diversos momentos del día. Ca2L ha suministrado todo el material de la iluminación.
Detrás del garaje está el acceso a la vivienda propiamente dicha, la escalera y el ascensor, los trasteros, la bodega y la sala de máquinas. La siguiente planta (con la doble condición de baja y sótano) cuenta con tres dormitorios que comparten dos baños.
Una de ellas, la habitación principal, tiene el baño incorporado en forma de “suite”, incluso espacialmente, dado que la parte alta de la pared que separa el baño del dormitorio es un cristal encastado que permite conectar las estancias.
En palabras del propio arquitecto: “el hecho de invertir el orden usual (salón comedor debajo y dormitorios encima) permite desde el salón ver por encima de la valla a la calle ganando en perspectiva, dar más privacidad a los dormitorios, ligarlos más a la tierra, porque, como dijera Alejandro de la Sota: ¿qué hay más parecido a la muerte sino el dormir?”. Además, gracias a esta estructura, se vincula de una manera más directa el salón con el uso de la cubierta practicable.
Una de ellas, la habitación principal, tiene el baño incorporado en forma de “suite”, incluso espacialmente, dado que la parte alta de la pared que separa el baño del dormitorio es un cristal encastado que permite conectar las estancias.
En palabras del propio arquitecto: “el hecho de invertir el orden usual (salón comedor debajo y dormitorios encima) permite desde el salón ver por encima de la valla a la calle ganando en perspectiva, dar más privacidad a los dormitorios, ligarlos más a la tierra, porque, como dijera Alejandro de la Sota: ¿qué hay más parecido a la muerte sino el dormir?”. Además, gracias a esta estructura, se vincula de una manera más directa el salón con el uso de la cubierta practicable.
La planta superior, la única “completa” y destinada a la “zona de día”, está compuesta por el salón y la cocina-comedor. El espacio tiene una doble altura de 4.50 metros, en una sección áurea con la dimensión de la planta y sus 17 metros de longitud, lo que da una superficie total de 110 metros cuadrados. Las imágenes de la casa Kisodahsi, de Tadao Ando, o la casa en Palissades, de los Eames, están detrás de la propuesta, así como los sendos Principales del Ensanche de Barcelona en los que vive y trabaja el autor del proyecto, ambos con alturas cercanas a los 5 metros.
Manten tu casa fresca sin recurrir al aire acondicionado
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El salón se organiza en torno a los dos polos habituales: la televisión y la chimenea, cuyo tiro recorre todo el doble espacio. El espacio destinado a salón funciona como una caja de luz y disfruta de vistas a tres de sus lados: la parte frontal se abre sobre la calle como un gran ojo. Uno de los laterales queda abierto sobre el jardín de acceso, y el otro se abre al patio posterior mediante una ventana longitudinal que, a modo de expositor, contiene objetos de diversos de viajes. Tener ventanas en lados opuestos permite tanto la ventilación cruzada, fundamental en una casa de veraneo.
Entre el salón y el comedor se ha creado un jardín interior recuperando los troncos de los árboles que se cortaron en su día para hacer la casa, situándolos contra la pared que sirve de soporte para recoger las persianas del cerramiento exterior. Cortados a lo largo, no en rodajas, y “replantados” en el interior de la casa, como memoria viva de cuanto estuviera en el lugar, antes de construir la vivienda. “Ellos estaban primero…”, recuerda Octavio Mestre.
Entre el salón y el comedor se ha creado un jardín interior recuperando los troncos de los árboles que se cortaron en su día para hacer la casa, situándolos contra la pared que sirve de soporte para recoger las persianas del cerramiento exterior. Cortados a lo largo, no en rodajas, y “replantados” en el interior de la casa, como memoria viva de cuanto estuviera en el lugar, antes de construir la vivienda. “Ellos estaban primero…”, recuerda Octavio Mestre.
El área destinada a comedor-cocina, se organiza entorno a la mesa del comedor que, a su vez, se integra visualmente con el salón. El comedor da sobre una terraza, para poder comer al aire libre; terraza planteada al mismo nivel que el pavimento interior, lo que obligó a bajar el nivel exterior para esconder la formación de pendientes y hacer que el pavimento flotante quedase enrasado en su totalidad. Incluso las guías de las cristaleras se esconden en la cámara de aire de los muros para desaparecer y potenciar la permeabilidad visual entre exterior e interior.
El mobiliario de la cocina se
diseñó para que se integrara en el conjunto, con su isla central de trabajo y los armarios perimetrales en la misma madera de arce que el resto de mobiliario de la casa. Junto a la cocina, se construyó un práctico aseo de cortesía.
diseñó para que se integrara en el conjunto, con su isla central de trabajo y los armarios perimetrales en la misma madera de arce que el resto de mobiliario de la casa. Junto a la cocina, se construyó un práctico aseo de cortesía.
La casa combina mobiliario de diseño propio, con piezas de las vanguardias y objetos de los viajes de la familia. “Los objetos siempre acaban por hacerse un sitio, incluso a codazos”, dice Octavio Mestre.
Wanderlust: Decora la casa con los recuerdos de tus viajes
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La zona de noche, más íntima, refleja el espíritu hogareño de este proyecto. “Es una casa en la que me gustaría retirarme a envejecer mientras leo, escribo y aso pescado a las brasas para mi mujer. Una casa donde mis hijos puedan venir un día, con sus propios hijos, si los tienen, para disfrutar y reunirnos todos. La casa es un proyecto familiar”.
Las terrazas de la planta superior se pavimentan en cuarcita robleda: material que entra en el interior de la cocina y el comedor con un tratamiento hidrofugante –a base de un producto especial de la casa Noman– para evitar que las manchas penetren. El resto de la vivienda se ha pavimentado en arce natural sueco. El resultado: una nota de carácter nórdico, que refuerza la idea de la casa entendida como refugio, y un aire de modernidad tranquila.
La planta se recorta en su parte central, sin cubierta alguna, para potenciar la idea de que sólo el ascensor y la escalera pasan de piso a piso. Un cerramiento, mediante correderas permite abrirlo en su totalidad e incorporar el área cubierta a la terraza, los días de verano, o cerrarla a voluntad. En la zona intermedia de esa planta cubierta se ha instalado la bañera de hidromasaje y una terraza chill-out.
El luminoso baño transmite una reconfortante sensación de naturalidad. Los principales “culpables” de ello son el mueble de lavabo, en madera con veta muy viva, y el revestimiento de pared y suelo de la amplia ducha, en piedras de canto rodado.
“Es una casa a la que me gusta ir siempre en verano pero, también, en invierno. Aquí experimentamos la íntima sensación (que no se tiene en un piso de ciudad) de poseer la
tierra. Y de estar siempre en deuda con ella”, confiesa el arquitecto.
“Es una casa a la que me gusta ir siempre en verano pero, también, en invierno. Aquí experimentamos la íntima sensación (que no se tiene en un piso de ciudad) de poseer la
tierra. Y de estar siempre en deuda con ella”, confiesa el arquitecto.
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