Arquitectura
6 grandes retos que debe afrontar la arquitectura en 2021
Analizamos los próximos desafíos de la arquitectura desde tres escalas: la ciudad, sus edificios y nuestros hogares.
2020 ha sido un año convulso que ha supuesto una oportunidad para reflexionar sobre la forma en la que vivimos y habitamos; sobre cómo queremos que sean nuestras ciudades y sobre cómo deberían ser nuestros edificios. Hablamos sobre ello con cuatro arquitectos enfocados en diferentes sectores de la profesión.
Fotografía: AA Groundlab/Common Wealth
1. Un nuevo modelo de ciudad respetuoso con las personas y el medioambiente
En los próximos años asistiremos a la “domesticación” de la ciudad, convirtiéndola en un lugar más confortable, amigable y saludable para sus habitantes, así como más sostenible, con planificaciones urbanas inteligentes. Proyectos como las ‘supermanzanas’ de Barcelona o la idea de la ciudad de los ‘15 minutos’ de París son claros ejemplos.
1. Un nuevo modelo de ciudad respetuoso con las personas y el medioambiente
En los próximos años asistiremos a la “domesticación” de la ciudad, convirtiéndola en un lugar más confortable, amigable y saludable para sus habitantes, así como más sostenible, con planificaciones urbanas inteligentes. Proyectos como las ‘supermanzanas’ de Barcelona o la idea de la ciudad de los ‘15 minutos’ de París son claros ejemplos.
La transformación de las ciudades debe estar en el corazón de la llamada ‘transición verde’. Esa es la opinión de la arquitecta Clara Olóriz, afincanda en Londres, que ha desarrollado desde AA Groundlab, junto a Common Wealth, un proyecto de visualización de cómo se podría transformar la ciudad de Glasgow: sede de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático COP26 en 2021.
Olóriz enumera algunos de los retos más importantes que deben solucionar las ciudades en el futuro próximo. “En primer lugar, debemos repensar la relación entre naturaleza y sociedad en nuestros entornos más inmediatos”. La arquitecta afirma que muchas ciudades ya están desarrollando lo que se denominan “políticas de renaturalización”.
Olóriz enumera algunos de los retos más importantes que deben solucionar las ciudades en el futuro próximo. “En primer lugar, debemos repensar la relación entre naturaleza y sociedad en nuestros entornos más inmediatos”. La arquitecta afirma que muchas ciudades ya están desarrollando lo que se denominan “políticas de renaturalización”.
En segundo lugar, Olóriz habla de la desaparición de los vehículos privados de los espacios urbanos y de mejorar las infraestructuras de transporte público y priorizando nuevas soluciones de movilidad que no dependan de combustibles fósiles. “Durante la primera oleada del virus de la Covid-19 se desarrollaron numerosas iniciativas, como carriles bici temporales, ampliación de aceras y cierre temporal de algunas calles a vehículos”, dice. Esto, en su opinión, demuestra que los estándares urbanos que damos por sentado se pueden repensar.
2. Arquitectura colaborativa: Convivir, conectar, compartir
La economía colaborativa se ha impuesto con fuerza en nuestra sociedad.
Las ciudades del futuro deberán responder al desafío de las 3C: Convivir, Conectar, Compartir. Así, están surgiendo modelos alternativos de propiedad que conllevan compartir nuevos espacios y servicios, como el coliving o el coworking. El motivo, en muchos casos, es consecuencia de los altos precios de la propiedad y la escasez de metros cuadrados. En otros, estas iniciativas buscan combatir la soledad de la vida urbana sintiéndose parte de una comunidad.
La economía colaborativa se ha impuesto con fuerza en nuestra sociedad.
Las ciudades del futuro deberán responder al desafío de las 3C: Convivir, Conectar, Compartir. Así, están surgiendo modelos alternativos de propiedad que conllevan compartir nuevos espacios y servicios, como el coliving o el coworking. El motivo, en muchos casos, es consecuencia de los altos precios de la propiedad y la escasez de metros cuadrados. En otros, estas iniciativas buscan combatir la soledad de la vida urbana sintiéndose parte de una comunidad.
Olóriz habla también de alternativas que implican espacios compartidos y gestión cooperativa, como los que ha definido para su modelo en Glasgow. “Se trata de modelos alternativos que buscan empoderar a las comunidades locales. Una de las formas es construir asociaciones y propiedades cooperativas, por ejemplo, con sistemas de calefacción comunitaria con recursos renovables que sean gestionados por la propia comunidad”, afirma.
Los espacios comunes en las edificaciones también cobrarán gran importancia en esta nueva arquitectura colaborativa.
“Se puede mejorar la calidad de vida en edificios existentes con servicios comunes como talleres de reparación, espacios de reunión, espacios de juegos para niños o huertos urbanos –continúa Olóriz. Estos servicios brindan las facilidades de las viviendas unifamiliares, pero como bienes compartidos, generando lazos en las comunidades”.
El arquitecto Emilio Ontiveros afirma que este tipo de espacios comunes, donde poder interrelacionarse, ya se plantea en algunos proyectos. Ontiveros, ganador de un concurso de vivienda sociales en Vallecas, Madrid, junto al colectivo n+10, explica que “en ese proyecto, hicimos especial énfasis en diversos espacios de interrelación entre lo público y lo privado, como la terraza y el huerto comunitarios planteados inicialmente en el concurso y que fueron lo mejor valorado en él. Se plantearon también espacios de encuentro vecinal, con patios que ensanchan la convivencia además de mejorar la ventilación”.
“Se puede mejorar la calidad de vida en edificios existentes con servicios comunes como talleres de reparación, espacios de reunión, espacios de juegos para niños o huertos urbanos –continúa Olóriz. Estos servicios brindan las facilidades de las viviendas unifamiliares, pero como bienes compartidos, generando lazos en las comunidades”.
El arquitecto Emilio Ontiveros afirma que este tipo de espacios comunes, donde poder interrelacionarse, ya se plantea en algunos proyectos. Ontiveros, ganador de un concurso de vivienda sociales en Vallecas, Madrid, junto al colectivo n+10, explica que “en ese proyecto, hicimos especial énfasis en diversos espacios de interrelación entre lo público y lo privado, como la terraza y el huerto comunitarios planteados inicialmente en el concurso y que fueron lo mejor valorado en él. Se plantearon también espacios de encuentro vecinal, con patios que ensanchan la convivencia además de mejorar la ventilación”.
3. Arquitectura sostenible y autosuficiente
Para Joaquín Millán, arquitecto fundador de OOIIO, “el gran reto de la arquitectura en este 2021, y en lo sucesivo, es sin duda ser mucho más sostenible y eficiente de lo que es hoy en día”.
Efectivamente, la sostenibilidad en la construcción en este 2021 ya no será una opción, sino una obligación. Desde el 1 de enero de 2021 está en vigor la Directiva Europea 2010/31/UE (vigente desde 2018 para edificios públicos), que obliga a que las nuevas viviendas y rehabilitaciones sean Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN). Se trata de minimizar así el consumo de recursos, energía y CO2, manteniendo los niveles de confort necesarios.
Para arquitectos como Albert Brito se debe ir más allá. En su opinión, el gran desafío está en diseñar edificios autosuficientes que generen su propia energía. “El parque de viviendas no debería ser un elemento de consumo, sino un elemento generador de energía. No sólo deberíamos llegar a la compensación de CO2, sino que las viviendas deben ir hacia lo que se llama construcción positiva”, afirma.
Para Joaquín Millán, arquitecto fundador de OOIIO, “el gran reto de la arquitectura en este 2021, y en lo sucesivo, es sin duda ser mucho más sostenible y eficiente de lo que es hoy en día”.
Efectivamente, la sostenibilidad en la construcción en este 2021 ya no será una opción, sino una obligación. Desde el 1 de enero de 2021 está en vigor la Directiva Europea 2010/31/UE (vigente desde 2018 para edificios públicos), que obliga a que las nuevas viviendas y rehabilitaciones sean Edificios de Consumo Casi Nulo (EECN). Se trata de minimizar así el consumo de recursos, energía y CO2, manteniendo los niveles de confort necesarios.
Para arquitectos como Albert Brito se debe ir más allá. En su opinión, el gran desafío está en diseñar edificios autosuficientes que generen su propia energía. “El parque de viviendas no debería ser un elemento de consumo, sino un elemento generador de energía. No sólo deberíamos llegar a la compensación de CO2, sino que las viviendas deben ir hacia lo que se llama construcción positiva”, afirma.
Para lograr esto, Millán cree que serán importantes avances tecnológicos que ayuden a hacer edificios más eficientes energéticamente. “La tecnología aplicada a la arquitectura como vehículo hacia la sostenibilidad supondrá un cambio considerable”.
Sin olvidar, por supuesto, la sabiduría bioclimática de la arquitectura tradicional. “La tradición constructiva nos da muchas pistas para ser respetuosos con nuestro entorno y tener menos impacto en él”, cree por su parte Brito.
Para Olóriz también es importante trabajar con un sentido de sostenibilidad más amplio, “que debe incluir la energía, el material, el paisaje y la mano de obra que se han movilizado para que, por ejemplo, un aislamiento determinado llegue a una fachada”.
Sin olvidar, por supuesto, la sabiduría bioclimática de la arquitectura tradicional. “La tradición constructiva nos da muchas pistas para ser respetuosos con nuestro entorno y tener menos impacto en él”, cree por su parte Brito.
Para Olóriz también es importante trabajar con un sentido de sostenibilidad más amplio, “que debe incluir la energía, el material, el paisaje y la mano de obra que se han movilizado para que, por ejemplo, un aislamiento determinado llegue a una fachada”.
4. Arquitectura saludable y conexión con el exterior
Hoy en día ya no solo se busca una arquitectura respetuosa con el medioambiente, sino también con las personas.
La pandemia de la Covid-19 ha hecho más evidente este reto que ya afectaba a la arquitectura. Nos hemos dado cuenta de que los espacios en los que vivimos, trabajamos y nos relajamos tienen un gran impacto en nuestra salud, en nuestro bienestar físico y emocional e, incluso, en nuestra productividad.
Por ello, se han reabierto viejos debates como las características y dimensiones mínimas de las viviendas o los requisitos mínimos de habitabilidad. “Sorprende pensar que haya tenido que venir una pandemia para darnos cuenta de lo mucho que afecta a nuestra salud la calidad espacial de los edificios en los que vivimos, sobre todo cuando pasamos entre el 80 % - 90 % de nuestro día a día en el interior de ellos”, reflexiona Millán.
Hoy en día ya no solo se busca una arquitectura respetuosa con el medioambiente, sino también con las personas.
La pandemia de la Covid-19 ha hecho más evidente este reto que ya afectaba a la arquitectura. Nos hemos dado cuenta de que los espacios en los que vivimos, trabajamos y nos relajamos tienen un gran impacto en nuestra salud, en nuestro bienestar físico y emocional e, incluso, en nuestra productividad.
Por ello, se han reabierto viejos debates como las características y dimensiones mínimas de las viviendas o los requisitos mínimos de habitabilidad. “Sorprende pensar que haya tenido que venir una pandemia para darnos cuenta de lo mucho que afecta a nuestra salud la calidad espacial de los edificios en los que vivimos, sobre todo cuando pasamos entre el 80 % - 90 % de nuestro día a día en el interior de ellos”, reflexiona Millán.
Tanto Brito como Millán coinciden en que sus clientes ahora demandan soluciones derivadas de los momentos de confinamiento y aprecian mucho más la calidad de los espacios, la posibilidad de ventilación e iluminación natural, y sobre todo, una relación más fluida con el exterior. “La tendencia más inmediata que hemos notado en el estudio es la búsqueda de espacios abiertos, de jardines o terrazas asociadas a los espacios interiores”, dice Millán.
Esta concienciación hará que cada vez cobren más importancia certificaciones y estándares como WELL, desarrollada por el IWBI (International Well Building Institute), que promueven la salud y el bienestar en los edificios atendiendo a conceptos como la calidad del aire, del agua, de los materiales de construcción, la iluminación, el confort sonoro y térmico, o el bienestar mental.
5. Hacia una arquitectura industrializada, pero mucho más personalizada
La construcción industrializada y las edificaciones prefabricadas se están posicionando como una alternativa a la construcción tradicional con cada vez más peso. “Es una evolución lógica de la construcción, ya que ahorra tiempos y consumo energético en obra”, opina Millán.
Brito, por su parte, añade que “los sistemas prefabricados o industrializados, además de reducir costes mejoran la ejecución al poder llevar un control exhaustivo en taller y el impacto en el medio ambiente es menor”.
► ¿Eres un profesional del sector de las reformas? Descubre el nuevo software de gestión Houzz Pro
La construcción industrializada y las edificaciones prefabricadas se están posicionando como una alternativa a la construcción tradicional con cada vez más peso. “Es una evolución lógica de la construcción, ya que ahorra tiempos y consumo energético en obra”, opina Millán.
Brito, por su parte, añade que “los sistemas prefabricados o industrializados, además de reducir costes mejoran la ejecución al poder llevar un control exhaustivo en taller y el impacto en el medio ambiente es menor”.
► ¿Eres un profesional del sector de las reformas? Descubre el nuevo software de gestión Houzz Pro
El éxodo rural, motivado por la pandemia y los meses de confinamiento, ha hecho crecer el interés por este tipo de construcciones en el ámbito de las viviendas, al tratarse de una respuesta práctica en los casos en que se dispone de un terreno, gracias a su rápido montaje y su mínimo impacto en el terreno. Brito explica cómo desde su estudio llevan ya tiempo trabajando en este sentido con sistemas prefabricados de arquitectura en madera. “Se trata de un material que es mejor mecanizar en taller, y así minimizas el trabajo in situ y el impacto en el lugar”.
Para Millán, el reto de este tipo de la arquitectura para el futuro será la personalización, como respuesta a una sociedad que cada vez demanda más singularización. “Los cambios en las viviendas prefabricadas cuestan mucho. Desde mi punto de vista, mientras que la prefabricación no se desarrolle hasta el punto en el que sea rentable la construcción prefabricada de cualquier diseño, no terminará de ser una opción que se haga realmente con el mercado”.
Para Millán, el reto de este tipo de la arquitectura para el futuro será la personalización, como respuesta a una sociedad que cada vez demanda más singularización. “Los cambios en las viviendas prefabricadas cuestan mucho. Desde mi punto de vista, mientras que la prefabricación no se desarrolle hasta el punto en el que sea rentable la construcción prefabricada de cualquier diseño, no terminará de ser una opción que se haga realmente con el mercado”.
6. Viviendas flexibles para las nuevas necesidades surgidas tras la pandemia
El gran reto de nuestros hogares a nivel espacial en el futuro más próximo será transformarse en espacios flexibles, capaces de amoldarse a posibles cambios en nuestras vidas y a nuevas rutinas, como el teletrabajo.
Como explica Brito, aunque las investigaciones en espacios flexibles dentro de la vivienda llevan tiempo ensayándose, “la pandemia han sido un catalizador de esta situación”. Sin duda, los meses de confinamiento nos han demostrado la importancia de esa flexibilidad y adaptabilidad para la arquitectura doméstica. “Durante la pandemia, de repente, el salón de casa se convirtió en una improvisada oficina o en un gimnasio, o incluso, un pabellón de exposiciones como IFEMA, se transformó en un hospital” ejemplifica Millán.
El gran reto de nuestros hogares a nivel espacial en el futuro más próximo será transformarse en espacios flexibles, capaces de amoldarse a posibles cambios en nuestras vidas y a nuevas rutinas, como el teletrabajo.
Como explica Brito, aunque las investigaciones en espacios flexibles dentro de la vivienda llevan tiempo ensayándose, “la pandemia han sido un catalizador de esta situación”. Sin duda, los meses de confinamiento nos han demostrado la importancia de esa flexibilidad y adaptabilidad para la arquitectura doméstica. “Durante la pandemia, de repente, el salón de casa se convirtió en una improvisada oficina o en un gimnasio, o incluso, un pabellón de exposiciones como IFEMA, se transformó en un hospital” ejemplifica Millán.
En definitiva, cada vez buscaremos hogares que tengan una mayor capacidad de adaptarse al objetivo concreto de cada momento (ocio, trabajo, reunión…) y de cada situación personal o familiar. “La vida cada vez es más impredecible, cada vez hay menos cosas que son ‘para siempre’, y por ello, la arquitectura debe ser flexible y adaptable a la vida cambiante de sus usuarios”, opina Millán.
Por eso, el futuro usuario demandará cada vez más espacios polivalentes, estancias que permitan la alternancia de tareas, o incluso viviendas que permitan aislar a uno de sus habitantes en caso de enfermedad.
Por eso, el futuro usuario demandará cada vez más espacios polivalentes, estancias que permitan la alternancia de tareas, o incluso viviendas que permitan aislar a uno de sus habitantes en caso de enfermedad.
En esto coincide Brito, para quien todo tipo de arquitectura debería pensarse en esos términos de flexibilidad; no sólo las viviendas. “Hoy en día comprobamos que nuestras necesidades pueden cambiar de un día para otro, y la arquitectura debe ser capaz de adaptarse a estas nuevas realidades y responder a lo que la sociedad demanda”.
Al respecto, Ontiveros añade que “la adaptabilidad y versatilidad implican la capacidad de la arquitectura para adoptar distintas configuraciones sociales y espaciales, buscando la extensión de su vida útil, retrasando su obsolescencia y redundando en su sostenibilidad”.
Más secciones de la Revista Houzz España…
Casas Houzz | Visita privada | Baño | Exterior | Casas singulares | Arquitectura | Reformas| Diseño | Decoración
¿Y TÚ?
¿Hacía dónde crees que evolucionará la arquitectura en 2021? ¿Cuál de estas tendencias te parece más interesante? Esperamos tus comentarios
Al respecto, Ontiveros añade que “la adaptabilidad y versatilidad implican la capacidad de la arquitectura para adoptar distintas configuraciones sociales y espaciales, buscando la extensión de su vida útil, retrasando su obsolescencia y redundando en su sostenibilidad”.
Más secciones de la Revista Houzz España…
Casas Houzz | Visita privada | Baño | Exterior | Casas singulares | Arquitectura | Reformas| Diseño | Decoración
¿Y TÚ?
¿Hacía dónde crees que evolucionará la arquitectura en 2021? ¿Cuál de estas tendencias te parece más interesante? Esperamos tus comentarios
Albert Brito i Ferraz. Arquitecto fundador de Albert Brito Arquitectura y profesor asociado en el Instituto de la Construcción Gaudí y en la Escuela Elisava
Clara Olóriz Sanjuán. Doctora Internacional en Arquitectura y Co-directora de AA Groundlab
Emilio Ontiveros De La Fuente. Arquitecto, Máster en Vivienda Colectiva por la ETSAM, Máster en Arquitectura del Paisaje por la ETH Zurich
Joaquín Millán Villamuelas. Arquitecto, Director Creativo y fundador de OOIIO Arquitectura