Antes y después: Vida moderna en una antigua casa de pescadores
Lo que era una vivienda pasada de moda, hoy es un piso moderno que no renuncia a sus raíces marineras.
Rodeado por el Puerto Olímpico, la Ronda Litoral y el mar, la Barceloneta es uno de los distritos más carismáticos de Barcelona. Durante el siglo XVIII, los marineros comenzaron a establecerse en esta zona y en la época del boom de la construcción de los años 50 y 60 se construyeron edificios de protección social para mejorar las condiciones de vida de la gente del mar. En uno de esos bloques, proyectado por el arquitecto José Antonio Coderch, se encuentra este piso diseñado por el estudio Bloomint para un abogado inglés que, un buen día, decidió cambiar de vida.
ANTES: El piso era oscuro y estaba muy compartimentado: con pasillos, distribuidores y techos bajos. “Entrar fue como viajar en el tiempo y aterrizar en los años 60. Era de esas casas que siguen intactas durante décadas”, recuerda Caroline Jaussaud, de Bloomint.
En la primera visita, los interioristas vieron cosas positivas: “la luz y la ventilación natural atravesaba el piso de lado a lado y el salón se abría hacia un balcón sobre una plaza llena de vida”, dice Jaussaud.
En la primera visita, los interioristas vieron cosas positivas: “la luz y la ventilación natural atravesaba el piso de lado a lado y el salón se abría hacia un balcón sobre una plaza llena de vida”, dice Jaussaud.
DESPUÉS: “Nuestra primera intención fue potenciar la amplitud para permitir el paso de la luz y ventilación cruzada. Quisimos crear un espacio donde la luz natural bañase las paredes blancas, creando contraste con un suelo de color terracota intenso”, cuenta la interiorista. En la imagen, el salón que se abre a la terraza.
Las piezas de mobiliario se escogieron en tiendas de antigüedades y fueron restauradas. “Mezclamos muebles de nueva creación junto a otros que ya respiran décadas de historia buscando un estilo que reflejara el contraste entre el barrio y el nuevo inquilino”, explica la interiorista. La mesita de centro, por ejemplo, se ha comprado y renovado en un anticuario de Barcelona.
Las piezas de mobiliario se escogieron en tiendas de antigüedades y fueron restauradas. “Mezclamos muebles de nueva creación junto a otros que ya respiran décadas de historia buscando un estilo que reflejara el contraste entre el barrio y el nuevo inquilino”, explica la interiorista. La mesita de centro, por ejemplo, se ha comprado y renovado en un anticuario de Barcelona.
En la terraza se han recuperado las típicas persianas originales del proyecto de Coderch.
Unos paneles de madera separan la zona de la cocina-comedor del salón. “Como el espacio está diseñado para trabajar y vivir a la vez, se usaron unos elementos livianos y móviles en lugar de cerramientos más conservadores y poco prácticos al uso”, afirma Jaussaud.
En la decoración, vemos referencias al oficio marinero: “la textura de los biombos recuerda a la malla y cestas de los pescadores de la Barceloneta”, añade.
Paredes móviles: Cómo hacer de tu casa un lugar más flexible
En la decoración, vemos referencias al oficio marinero: “la textura de los biombos recuerda a la malla y cestas de los pescadores de la Barceloneta”, añade.
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La cocina es el espacio de reunión social y de trabajo. “Recuperamos el concepto de la mesa de casa familiar: una mesa polivalente para trabajar, cocinar o reunirse”, dice la interiorista.
“Asociamos el estilo de vida mediterráneo a un uso desenfadado de la casa, creando espacios pluridisciplinares y flexibles. Hemos dividido mediante el color y los materiales los espacios”, explica la profesional de Bloomint. Así, las zonas comunes –cocina, comedor, estudio y salón– están abiertas y comunicadas entre sí. Los dormitorios son cerrados y se han usado materiales más cálidos y menos contrastados, como el suelo de madera natural.
Lamparas Santorini de Marset
“Asociamos el estilo de vida mediterráneo a un uso desenfadado de la casa, creando espacios pluridisciplinares y flexibles. Hemos dividido mediante el color y los materiales los espacios”, explica la profesional de Bloomint. Así, las zonas comunes –cocina, comedor, estudio y salón– están abiertas y comunicadas entre sí. Los dormitorios son cerrados y se han usado materiales más cálidos y menos contrastados, como el suelo de madera natural.
Lamparas Santorini de Marset
Los frontales de la cocina son del mismo material que los paneles divisorios utilizados para separar cocina y salón. “Se pensó como una casa de pescadores, con una cocina donde todo queda a la vista, usando materiales naturales y cálidos. Hemos elegido azules grisáceos con el fin de lograr unas tonalidades mediterráneas y hacer un guiño a los colores corporativos de la empresa del propietario”, cuenta Jaussaud.
En la imagen, una vista de la cocina con dos botellas de la bebida que comercializa el dueño de la casa, Kailani Ice Tea.
En la imagen, una vista de la cocina con dos botellas de la bebida que comercializa el dueño de la casa, Kailani Ice Tea.
KAILANI HOME OFFICE
La mesa es muy singular. Se ha diseñado con tres materiales: hierro, madera y cerámica. La ha hecho a medida el carpintero Zachary Dallman, en Barcelona. El pulpo está pintado a mano por Natalia Galera, de Bensu Cerámica.
Artesanía y decoración: La cerámica se reinventa
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En la imagen, al fondo, vemos el rincón de trabajo del dueño. La mesa de la cocina hace también la función de mesa de reuniones.
En los dormitorios y en el baño se usó parqué de roble natural, para contrastar con las baldosas hidráulicas del resto de la casa.
KAILANI HOME OFFICE
El armario del dormitorio principal (en la fotografía anterior) se ha diseñado a medida, reservando un espacio para la tabla de surf del dueño. Como cabecero, un papel pintado con efecto de pared antigua y desgastada. En cuanto al mobiliario, la habitación destila esa mezcla entre lo nuevo y antiguo que se percibe en toda la casa.
El baño es sobrio y sin adornos. Se utilizaron baldosas blancas cuadradas y se instaló un lavabo de piedra a modo de barreño como los que se utilizan en lonjas y pescaderías para enseñar el pescado a la venta.
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Quién vive ahí: Guy Morley, fundador de Kailani Ice Tea
Situación: Barcelona
Superficie: 60 metros cuadrados, que incluyen una amplia zona de día, dos dormitorios y un baño
Proyecto: estudio de interiorismo Bloomint compuesto por Caroline Jaussaud, Caroline Savin y Manu Bauzá
Fotografía: Margaret Stepien
Guy Morley era abogado en Londres cuando decidió cambiar de vida. En 2014 fundó la compañía de bebidas Kailani Ice Tea y se mudó a Barcelona.
Su casa es un piso de dos habitaciones con terraza en la Barceloneta repleto de referencias al mar y a la pesca. En la imagen, una vista del estar con la cocina y el comedor al fondo. Decorativamente, destacan la consola y los colgadores, que se han hecho recuperando ganchos de las velas anudados a cabos de cáñamo. Son de la marca DVELAS.