Una piscina, además de ser muy útil en verano, da un toque de distinción a cualquier hogar. Por supuesto, hay muchos modelos diferentes y no todos son igual de lujosos ni tienen un diseño igual de cuidado. Pero, sea como fuere, una piscina siempre te refrescará, te ayudará a relajarte y será una excusa perfecta para volver a jugar a pelota (y hacerle aguadillas a tu hermana, claro). Si estás pensando en cómo quieres que sea la tuya, déjate deleitar por nuestras fotos de piscinas pequeñas y elige el diseño perfecto para ti. Además, encontrarás muchas ideas para piscinas que podrás guardar en un álbum de ideas para que siempre las tengas a mano.
¿Qué tipos de piscinas hay?
Ciertamente, hay para todos los gustos, estilos y presupuestos. Hay diferentes aspectos que las diferencian: desde la forma a cómo se colocan en relación con el suelo. Si no tienes mucho espacio, no te preocupes, las que son pequeñas no tienen nada que envidiar a las grandes. Estos son algunos de los tipos más populares:
- Según la forma:
- Piscinas pequeñas rectangulares, redondas o curvadas: son las más comunes y que mejor encajan en cualquier espacio.
- De forma libre: se adaptan perfectamente al espacio. Además, posiblemente haya pocas cosas más románticas que un baño en una con forma de corazón...
- Piscinas desbordantes: el agua no está delimitada a la manera tradicional, ya sea por todo el contorno o por solo uno de los lados. Son especialmente conocidas las que parece que se unen con el mar.
- Según el material:
- Piscinas de madera: siempre son una solución elegante y práctica si no quieres encargarte del mantenimiento del césped y no te gusta el artificial, pues a menudo se alarga el revestimiento a toda la zona para una mayor integración.
- Piscinas de obra: hechas a partir de cemento y ladrillo, así como de materiales resistentes al agua como los azulejos de color azul tan típicos.
- Piscinas de arena: producen el efecto de estar en la playa. Imagínate tener una pequeña cala en tu propia casa...
¿Cómo decorar una piscina pequeña?
Todo depende de cómo sea, pero lo más habitual es usar plantas y luces de todo tipo. Es muy común colocar maceteros y vasijas de barro, así como piedras que pueden usarse para sentarse o colocar las toallas. También gustan mucho las pequeñas cascadas, sobre todo en piscinas de lujo. La iluminación en estos casos es más estética que práctica, por eso es importante tener un diseño lumínico acorde con el estilo deseado. Por último, si quieres algo realmente especial, encarga un mosaico de azulejos para colocar en el fondo o quizá en un muro en el jardín a modo de cuadro.
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