
AMBIANCE
Chaise A - Tolix
Morgane le Gall
Lo que los colaboradores de Houzz están diciendo:

4. La silla TolixDebido a su buena salud es difícil adivinar su edad: 80 años. La Silla A o Silla Tolix, al igual que la marca que la fabrica, vive una segunda edad dorada. Se trata de un diseño omnipresente en restaurantes, hoteles, jardines, viviendas y oficinas: Un mueble versátil, que da un toque industrial a cualquier interior y que, a la vez, encaja en un ambiente más clásico, rústico o contemporáneo. Las más codiciadas son las piezas originales de los años 50 y 60, con el diseño definitivo de 1956, en las que se aprecia la huella del paso del tiempo en la capa galvanizada. Inicialmente fue diseñada para exterior, por eso el asiento contiene agujeros para evacuar el agua. Y de la calle al museo, ya que puede contemplarse en el Vitra Museum en Alemania o el Pompidou en ParísDescubre toda la historia de la silla Tolix

El rediseño. Aunque no fue hasta 1956 cuando se puso en el mercado la versión que conocemos actualmente. Este rediseño responde a una demanda de los propietarios de cafés y restaurantes que necesitaban que la silla fuera apilable. La empresa lanzó al mercado un producto con una estructura más fina y ligera que permite apilar hasta 25 unidades con una altura de 2,3 metros de altura satisfaciendo esta demanda. Sin duda un ejemplo de diseño accesible. En palabras del diseñador ingles Sir Terence Conran: “a lo largo de los años esta silla se ha convertido en un símbolo de lo que yo llamo excelencia democrática, queriendo decir que se produce en masa pero con un diseño universalmente aceptado.”La segunda época dorada. La empresa estuvo en manos de la familia Pauchard hasta su quiebra en 2004. Entonces Tolix fue adquirida por Chantal Androit, ex directora financiera de la empresa y un grupo de empleados. Androit es la responsable de esta segunda juventud de la silla. Su estrategia fue introducir nuevas variaciones (taburetes altos, bajos, sillas con apoyabrazos, mesas…). Aunque lo más novedoso fue la nueva gama de colores: más de 50 tonos diferentes. “Fue algo muy inesperado y consiguió captar la atención”, dice Chantal.