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Como soldar con electrodo

Lorena J
hace 2 años

En muchas ocasiones, las piezas metálicas a consecuencia del paso del tiempo o las condiciones climatológicas suelen deteriorarse hasta llegar a romperse. En muchas ocasiones se pueden substituir pero en muchas otras es imposible encontrar repuesto. Por lo que la única solución posible es la soldadura.


La soldadura eléctrica por arco con electrodo es un método de soldadura homogéneo que tiene diversas aplicaciones en el sector industrial. Al soldar con electrodo revestido, la fusión del metal es provocada por el intenso calor generado por un arco eléctrico establecido al poner en contacto dos conductores de distinta polaridad: el propio electrodo y la masa eléctrica. La protección del baño de fusión se obtiene gracias a los vapores metálicos que se desprenden tras producirse la fusión del recubrimiento de dicho electrodo.





Cómo soldar con electrodo


Antes de empezar a soldar con electrodo es imprescindible llevar a cabo las tareas de preparación de fondos y del soporte necesarias para facilitar y garantizar un acabado de calidad. Estas son las operaciones requeridas:


-Efectuar una preparación de las juntas de unión acorde al espesor del metal.


-Eliminar pinturas, revestimientos y óxidos sobre la junta de unión y su periferia.


-Desengrasar la zona de soldadura


-Presentar, alinear, sujetar y revisar la posición de los metales a unir antes de efectuar la soldadura.


Una vez realizada la preparación del soporte, se procede a la elección del electrodo más acorde al tipo de trabajo a realizar, teniendo en cuenta los siguientes aspectos:


-La naturaleza del material a soldar, para que el electrodo disponga de un alma igual o compatible.


-El espesor de los metales a unir. A modo de referencia, para espesores de 1,5 o 2 mm se emplean diámetros de electrodo de 1,6 o 2 mm; para espesores de entre 2 y 3 mm, electrodos de 2 o 2,5 mm; para espesores de entre 2 y 5 mm, electrodos de entre 2,5 y 3,2 mm; y para espesores superiores a los 5 mm, electrodos a partir de los 3,2 mm.


El proceso para soldar con electrodo empieza con la regulación del equipo. Hay que relacionar los diámetros de electrodo con las corrientes de soldadura recomendadas. Con la máquina ajustada, se escogen metales de iguales características a las de aquellos que se van a soldar y se efectúan distintas pruebas de soldadura para afinar la regulación del equipo y determinar la técnica de ejecución más adecuada.






Una vez el equipo está perfectamente regulado y está clara la técnica que se debe utilizar, se inicia el proceso de soldadura de los metales de la siguiente forma:

En primer lugar, es necesario cebar el electrodo y el arco eléctrico. Para ello, se arrastra varias veces el electrodo por una superficie metálica de desecho con el objetivo de calentar la punta y evitar que se pegue al metal.



Se prosigue con la colocación del electrodo en su posición correcta respecto a los metales. Cuando se suelde en posición plana horizontal o vertical, el ángulo que debe formar el electrodo respecto a las piezas es de 90°, mientras que cuando la unión forme ángulo debe ser de 45°.

Una vez posicionado el electrodo, hay que transferir al mismo el ángulo de desplazamiento sin perder el de colocación. Para posición plana horizontal, el ángulo de desplazamiento es de unos 60° respecto a la horizontal; para posición vertical, de unos 10° respecto a la vertical; y para uniones en ángulo, unos 30° respecto a la vertical.


Con el electrodo bien posicionado y con su ángulo de desplazamiento adecuado, se acerca el electrodo a la pieza para que salte el arco eléctrico y se inicie la fusión del metal y del alma. Desde que se inicia el proceso de fusión del metal y hasta que finaliza la soldadura, se deben seguir las siguientes premisas para obtener un cordón de estética y dimensiones adecuadas:

Asegurarse de que se mantiene la distancia desoldadura correcta durante el avance de esta y a medida que se consume el electrodo. La distancia idónea que se debe mantener para obtener una longitud de arco adecuada es igual al diámetro del electrodo, excepto para electrodos básicos, en cuyo caso es la mitad.


Además, en soldadura de raíz o en uniones que forman ángulo, este aspecto es fundamental para conseguir que el material se deposite sobre la junta de unión y no en sus alrededores.

Avanzar de forma continua y a velocidad constante. Como norma general, el avance debe ser lento para asegurar una deposición y dimensión del cordón suficientes. Por otro lado, al realizar soldaduras de relleno o de recargue, es necesario combinar esta velocidad con una técnica de balanceo del electrodo específica que permita cubrir una mayor superficie. Se puede seguir un movimiento en círculo, en zigzag, entrelazado, triangular, etc.


Conclusión

El proceso de soldadura con electrodo requiere que se tengan en cuenta unos criterios básicos de actuación en los que se refiere a preparación del soporte, elección del electrodo, regulación del equipo y técnica de ejecución de la soldadura. No seguirlos supone que la unión soldada pierda resistencia y calidad, con lo cual cada variable de las mencionadas debe ejecutarse con la máxima precisión.

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